Reconozcámoslo: todo el mundo tiene una “historia de guerra” pictórica. Puede que tu ingeniosa idea de utilizar sábanas viejas como paños de pintura no le haya hecho ningún favor a tu alfombra. O tal vez su excelente conducción hizo que los cubos de pintura recién comprados se abrieran en el maletero de su coche. Puede que seas un experto en pintura, pero tienes un amigo cuyo hijo pequeño, inspirado en Picasso, se llevó un rotulador a sus paredes.
Puede ser una sorpresa, pero algo positivo puede salir de todas esas “historias de guerra”. Estas aventuras cómicas (¡retrospectivamente!) pueden ayudarle a conectar con sus clientes a un nivel más personal. A continuación, a través de la anécdota correspondiente, puede ofrecer a su cliente un salvavidas proporcionándole la oportunidad de recibir exactamente el mismo color una y otra vez guardando sus fórmulas.
Ahora bien, puede que algunos de ustedes todavía se pregunten: “¿Para qué sirve guardar las fórmulas de color de un cliente?”.
Esa es una gran pregunta. No sólo proporciona un mejor servicio a su cliente, sino que lo convierte en un feliz cliente que repite, especialmente en caso de un desastre de pintura como los mencionados anteriormente.
Pero no sólo ayuda a sus clientes. También beneficia a su departamento de pintura en su conjunto. Si guarda las fórmulas de color de sus clientes, podrá redistribuir la misma fórmula de forma fácil, infinita y precisa. No sólo eso, sino que un buen software de concordancia de colores le permite buscar rápidamente entre miles de fórmulas electrónicas de sus clientes en segundos. Este sistema también es capaz de reformular el mismo color en diferentes brillos o productos. Por último, el emparejamiento de su software con un espectro le permite corregir los colores de la pintura mal pintados. Esto no sólo reduce el tiempo, sino también los costes innecesarios.
Puede que otros lean esto y digan: “Un momento, ya hemos guardado las preferencias de color de los clientes en fichas. ¿Por qué íbamos a cambiar eso ahora?”.
Nos complace informar de que guardar las fórmulas de los clientes en el software de correspondencia de colores elimina los problemas habituales del proceso estándar de fichas.
El uso de fichas es un excelente primer paso, pero cuando se manejan cientos de fórmulas, la eficiencia es clave. Se pueden ahorrar cantidades inestimables de tiempo y recursos al tener la capacidad de buscar y redistribuir rápidamente las fórmulas almacenándolas electrónicamente mediante un software de correspondencia de colores. Una ventaja añadida de guardar las fórmulas de sus clientes electrónicamente es su capacidad para reformular el color en diferentes brillos/productos. Los sistemas de archivos de tarjetas de índice no admiten esta importante ventaja. Guardar sus fórmulas electrónicamente también da un nivel adicional de profesionalidad a su departamento de pintura. Si estas razones no fueran suficientes para considerar la posibilidad de guardar las fórmulas de los clientes en formato electrónico, he aquí un último dato para reflexionar: el uso del programa en lugar de las fichas elimina la posibilidad de que una ficha se pierda, o de que la letra ilegible de alguien la haga inútil. Al guardar sus fórmulas electrónicamente, siempre están disponibles de inmediato, cuando las necesite.
Si ya guarda las fórmulas de sus clientes electrónicamente, ¡felicidades! En ese caso, nuestro mayor consejo es que realices una copia de seguridad periódica de tus archivos en una unidad flash. De esta forma se evitan los efectos negativos que una tormenta de luz puede tener en los valiosos archivos de sus clientes.
¡Guarde las fórmulas de pintura de sus clientes! Si tienes un software de combinación de colores, ¡no cuesta nada empezar a ahorrar! Si no dispone de un software de concordancia de colores, se paga por sí mismo. De este modo, recuperará tiempo y dinero, y la experiencia positiva animará a los clientes a volver a su tienda una y otra vez.
Crystal Cox
Especialista superior en aplicaciones
Cuando los datos se unen al color, la inspiración se une a los resultados.