El color es una percepción sensorial más que una propiedad física a la que se pueda dar una unidad, y no hay dos personas que experimenten el color de la misma manera. Lo que llamamos “color” es el resultado de una interacción entre tres elementos: una fuente de luz, un objeto y un observador. Este triplete es la base de la colorimetría, la ciencia y la tecnología que nos permiten cuantificar y describir de forma objetiva nuestra percepción humana del color.
El papel de la luz en la percepción del color
El viaje de la percepción del color comienza con una fuente de luz. La luz es el estímulo que nos permite ver los colores. Cuando la luz incide sobre un objeto, no se comporta de manera uniforme, sino que algunas de sus longitudes de onda son absorbidas por el objeto mientras que otras son reflejadas. Esta interacción entre la luz y la materia es lo que crea el color que nosotros (el observador) percibimos. Por ejemplo, una manzana roja parece roja porque refleja más longitudes de onda largas (rojas) que medias (verdes) o cortas (azules). Este reflejo envía señales a los fotorreceptores de nuestras retinas, que se comunican con nuestro cerebro para que interprete estas señales como el color rojo.
Los fotorreceptores permiten ver los colores
En nuestros ojos, tenemos 2 tipos de fotorreceptores dentro de la retina llamados bastones y conos. Los bastones son responsables de nuestra visión en entornos con poca luz y no contribuyen a la visión del color, mientras que los conos nos ayudan a detectar el color en entornos bien iluminados y se presentan en tres variedades: rojo, verde y azul. Son las que permiten a una persona normal ver y diferenciar unos 10 millones de tonos diferentes.
En el córtex prefrontal de nuestro cerebro, nuestros recuerdos y emociones se mezclan con diversos estímulos de nuestros sentidos (como la vista) y, en última instancia, informan nuestra percepción de un color determinado. Este proceso es parte de lo que permite la “constancia del color”, o nuestra capacidad de percibir el color relativamente igual, independientemente de la fuente de luz. La constancia del color nos dice que una manzana es roja, aunque esté en una habitación poco iluminada y nuestros conos no estén activados para informar plenamente de esa percepción.
La importancia de la fuente de luz en la percepción del color
Un aspecto intrigante de la percepción del color reside en la naturaleza de la propia fuente de luz. Para que percibamos un objeto de un color determinado, la luz que lo ilumina debe contener las longitudes de onda correspondientes. Siguiendo con el ejemplo de la manzana, ésta aparece roja porque la fuente de luz que la ilumina contiene longitudes de onda rojas. Sin esas longitudes de onda, la manzana no nos parecería roja. Este principio es fundamental en la gestión del color, sobre todo en sectores en los que una predicción precisa del color es vital para la calidad general del producto.
Implicaciones empresariales de la percepción del color
Aunque la ciencia de la percepción del color se basa en la interacción de la luz, un objeto y un observador, la variabilidad de la percepción humana supone un reto para las empresas. Para los fabricantes de una gran variedad de sectores, comprender la percepción del color es algo más que una curiosidad científica: tiene implicaciones directas para el éxito de sus productos.
Ser capaces de comunicar el color con precisión y objetividad, a pesar de nuestra visión subjetiva del color, garantiza que los productos cumplan las normas de calidad y las expectativas de los clientes. En industrias como la cosmética, textil, de pinturas, plásticos y automoción, donde la consistencia del color es primordial, entender y tener en cuenta la ciencia de la percepción del color puede conducir a un mejor desarrollo del producto, una mayor satisfacción del cliente y una imagen de marca más fuerte.
Es extremadamente difícil conseguir un color preciso y uniforme en la fabricación sin dispositivos como los espectrofotómetros que miden el color. Si se combina con un software de formulación, los fabricantes están en el buen camino para controlar el color.
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