El metamerismo es un concepto intrigante y crítico si trabajas con el color.
Sus efectos impregnan varios aspectos de la formulación y la producción del color, lo que lo convierte en una consideración esencial en sectores en los que es vital una correspondencia cromática precisa.
Aunque quienes están familiarizados con la ciencia del color pueden haberse topado con este fenómeno, sus matices e implicaciones para la calidad del color del producto merecen una exploración más profunda.
“El control del metamerismo desempeña un papel importante a la hora de garantizar la calidad del producto”, afirma Monica Paul, veterana del sector textil y de la confección y actual representante de ventas internas de Datacolor.
“Una verdadera medida de la excelencia en la gestión del color es mantener la coherencia, y parte de ello es abordar el metamerismo.
Es clave para ofrecer productos que cumplan los más altos estándares de precisión de color.”
El metamerismo es el fenómeno por el que dos objetos parecen coincidir en color bajo unas condiciones de iluminación, pero parecen diferentes bajo otras debido a las diferencias en su reflectancia espectral.
En pocas palabras, los objetos metaméricos parecen idénticos bajo una fuente de luz, pero revelan sus verdaderas diferencias de color bajo otra.
Esto ocurre a pesar de que los objetos tienen factores de reflectancia espectral diferentes, es decir, sus curvas espectrales -los gráficos que muestran cómo reflejan la luz a través del espectro- difieren.
El metamerismo se considera siempre en el marco del sistema colorimétrico CIE (Commission Internationale de l’Eclairage).
Este sistema se basa en un “triplete de colores”, que incluye:
La interacción entre estos componentes define la sensación de color que experimenta un observador que puede representarse matemáticamente mediante los valores triestímulos CIE.
Estos valores se calculan utilizando datos de iluminantes estándar (como D65, A, F2), la medición espectrofotométrica del objeto y datos estándar del observador (1931 2° o 1964 10°).
Mientras que el metamerismo es un concepto relativo que se refiere a dos objetos de color que se comparan, la constancia del color se refiere a un objeto de un solo color y a la capacidad del ojo humano para percibir e identificar el color de forma constante a pesar de los cambios de iluminación.
Este fenómeno nos permite reconocer un color -como una manzana roja- como el mismo tono, tanto si se ve bajo la luz natural del día como en la penumbra de una habitación.
La constancia del color es la forma que tiene el cerebro de estabilizar nuestra percepción del color de un objeto, compensando las distintas fuentes de luz.
En cambio, el metamerismo se produce cuando el color de un objeto parece cambiar de un entorno a otro debido a cambios en la iluminación externa.
Ser consciente de la diferencia entre estos fenómenos y utilizar la terminología correcta al evaluar o describir la calidad del color es clave para una buena comunicación en determinados escenarios.
El metamerismo adquiere especial importancia en las aplicaciones del mundo real en las que la consistencia del color es muy importante, como en pinturas y revestimientos, cosméticos, productos plásticos y textiles.
“Los hilos acrílicos tienden a tener un metamerismo debido a su naturaleza sintética, y generalmente se tiñen de rojo en D65”, dice Paul, “por lo que sólo se evalúan bajo la fuente de luz principal. Por ejemplo, un jersey acrílico diseñado para combinarse con un pantalón y/o un top a juego sólo puede combinarse bajo esa fuente de luz.”
Hay dos tipos principales de metamerismo con los que se encuentran los profesionales del color:
Comprobar el metamerismo es un paso importante para garantizar la precisión de color y la coherencia del producto.
Existen dos métodos principales:
Paul afirma que, aunque ambos métodos se utilizan generalmente en la práctica, “la evaluación visual tiende a tomar la decisión final”.
Incluso cuando el metamerismo es inevitable, evaluar su grado puede ser un factor clave para conseguir coincidencias de color aceptables.
Se utilizan varios índices para medir el grado de metamerismo iluminante:
Herramientas: Este software es una potente aplicación de control de calidad del color que permite a los usuarios cuantificar el metamerismo calculando un índice de metamerismo (entre otras muchas funciones de control de calidad).
Al proporcionar datos detallados sobre las diferencias de color y el metamerismo, Datacolor Tools ayuda a los usuarios a identificar posibles pares metaméricos en una fase temprana del proceso de producción.
También ofrece información sobre cómo aparecerán los colores bajo distintas fuentes de luz, lo que permite tomar decisiones más informadas para reducir el metamerismo antes de pasar a la producción.
Textil Match: Específicamente diseñado para la industria textil, este software ayuda a formular recetas de colores de tintes que no sólo coinciden con el color objetivo en condiciones de iluminación específicas, sino que también minimizan el riesgo de metamerismo.
Los algoritmos patentados del software tienen en cuenta diversas fuentes de luz y condiciones del observador, garantizando que el producto final mantenga la consistencia del color en distintos entornos.
Pigmento del partido: Este software está destinado a sectores como la pintura industrial, la pintura arquitectónica, los cosméticos y los recubrimientos en polvo.
Ayuda a crear formulaciones que reducen el metamerismo, evaluando cómo interactúan los distintos pigmentos en diversas condiciones de iluminación.
El software también proporciona herramientas para simular el aspecto de los colores bajo diferentes iluminantes, lo que permite un mejor control del rendimiento cromático del producto final en diversos entornos.
El metamerismo es algo más que una curiosidad científica; tiene implicaciones prácticas que pueden repercutir en el éxito de los productos críticos para el color.
Comprender sus complejidades, los tipos de metamerismo y cómo probarlo y gestionarlo es esencial para cualquiera que se dedique a la formulación y producción del color.
Dominando estos conceptos, los profesionales pueden garantizar que sus productos mantengan la consistencia del color en distintos entornos, satisfaciendo tanto las exigencias estéticas como las funcionales.
Cuando los datos se unen al color, la inspiración se une a los resultados.