Explicación del espacio de color CIELAB
Aunque es milagroso que el ojo humano pueda ver millones de colores, nuestra capacidad para distinguir las variaciones cromáticas no es tan aguda. Esto se debe a que son muchos los factores que influyen en la percepción humana del color: la iluminación, el ángulo desde el que se mira un objeto, la edad de la persona, el efecto del fondo, etc. Esta incapacidad para identificar con precisión las coincidencias exactas de color puede resultar problemática para los diseñadores o fabricantes cuando intentan duplicar los estándares de color y determinar las diferencias de color.
Para lograr un verdadero programa de control de calidad se necesita un medio más preciso de igualación de colores.
En la década de 1970, la Comisión Internacional de Iluminación (CIE) reconoció las limitaciones de los espacios de color triestímulo como Yxy para expresar el color. Las distancias iguales en el diagrama de cromaticidad x,y no se correspondían con diferencias de color percibidas iguales, por lo que se necesitaba una forma más precisa de medir el color.
Afortunadamente, existe CIELAB
La CIE creó el modelo de color L*a*b* para estandarizar y simplificar la comunicación del color independientemente del dispositivo que se utilice para medirlo. CIELAB es un espacio más uniforme en el que la distancia entre los puntos concuerda mejor con las apreciaciones visuales.
¿Para qué se utiliza el espacio de color CIELAB?
CIELAB abarca toda la gama de la percepción humana del color. Mediante mediciones del color, el espacio de color CIELAB distingue las diferencias de color con una precisión de color exacta utilizando tres valores de color.
Esta precisión permite reproducir un color exacto de forma consistente. La medición del color L*a*b* es fundamental para los fabricantes y diseñadores que necesitan reproducir regularmente los mismos colores de productos/marcas para cumplir las normas.
¿Cómo funciona el CIELAB?
Con un espectrofotómetro, el usuario mide un objeto o una muestra. La luz del espectrofotómetro se proyecta sobre una esfera que ilumina la muestra en un ángulo específico para una visualización y medición del color óptimas.
El resultado del espectrofotómetro es la reflectancia de la muestra (%R), que es la cantidad de luz reflejada en cada longitud de onda del espectro visible (normalmente de 400 nanómetros (nm) a 700 nm). Los datos de %R se convierten en un conjunto de valores triestímulos que tienen en cuenta la fuente de luz y la función específica del observador estándar. A continuación, los valores triestímulos se convierten en un conjunto de valores L*a*b* específicos de la luz.
Los valores L*a*b* se calculan a partir de los valores triestímulos (X,Y,Z). La localización de un color se define por su ubicación en un sistema de coordenadas rectangulares tridimensional en el que:
- L* mide si la muestra es clara (L* alto) u oscura (L* bajo)
- a* y b* representan la cromaticidad (matiz y croma) de la muestra
- -a* indica colores en la dirección verde
- +a* indica colores en la dirección roja
- -b* indica colores en la dirección azul
- +b indica colores en la dirección amarilla
Utilizando los valores del sistema de coordenadas L*a*b*, se pueden calcular las diferencias entre colores, lo que permite un control más preciso de la calidad del color y evaluaciones de las diferencias de color.
Precisión de color con el espacio de color CIELAB
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