Por Ken Butts
Este artículo forma parte de una serie de tres partes. Puede encontrar la parte 2 aquí y la parte 3 aquí.
Las empresas de todo el mundo están adoptando rápidamente la iluminación LED por su mayor eficiencia energética y el consiguiente ahorro de costes. Pero lo que quizá no hayan tenido en cuenta es cómo se verá afectado el color de sus productos. El color de un producto está directamente relacionado con el color de la fuente de luz, por lo que la experiencia visual de diseñadores, comerciantes, proveedores y, en última instancia, clientes se verá afectada cuando los productos se vean con iluminación LED. Para garantizar una experiencia positiva del cliente, las empresas deben ser proactivas a la hora de evaluar las implicaciones de un cambio de fuente de luz en el color de sus productos.
Hay que tener en cuenta dos propiedades importantes a la hora de evaluar el impacto de un cambio de iluminación: el flare y el metamerismo. Las dos propiedades son similares, pero son aplicables en situaciones diferentes. Flare es un término que describe la tendencia de una muestra a cambiar de color cuando se observa con diferentes fuentes de luz. Si una muestra aparece más roja en una fuente de luz en comparación con otra, decimos que la muestra es roja. Esta tendencia de las muestras a cambiar de color cuando se observan con diferente iluminación también se denomina inconstancia del color. La mayoría de los materiales de color se iluminan hasta cierto punto cuando cambia la fuente de luz, y lo mismo ocurrirá cuando se vean con iluminación LED. La pregunta clave es entonces si el cambio en el resplandor es objetable, y si es así, qué se debe hacer para minimizar la experiencia negativa.
El metamerismo es una propiedad similar, pero se aplica cuando se comparan dos muestras entre sí. Cuando la diferencia de color visual entre dos muestras en una fuente de luz no es la misma cuando las muestras se ven en una segunda fuente de luz, entonces decimos que la muestra está exhibiendo metamerismo. Un ejemplo típico es cuando el puño y la manga de una chaqueta parecen coincidir en la tienda, pero luego tienen un aspecto muy diferente cuando se ven fuera a la luz del día. Un objetivo primordial para los fabricantes de textiles es, por tanto, ajustarse al máximo a la norma en todas las fuentes de luz especificadas, minimizando así los posibles problemas debidos al metamerismo.
Antes de la transición a los LED, las empresas deben evaluar cómo sus normas de color y sus productos existentes se ven afectados por los cambios en el resplandor y el metamerismo, y luego decidir qué acciones correctivas son necesarias, si es que las hay. Pero la gravedad del impacto puede ser diferente en función de quién evalúe los productos, por lo que hay que tener en cuenta a las principales partes interesadas en el proceso de evaluación:
El plan de implantación de la tecnología LED debe tener en cuenta el impacto de la nueva fuente de luz en estos grupos de interés. Hay preguntas muy específicas que pueden hacerse para garantizar que se tenga en cuenta la experiencia visual de cada uno de estos grupos, como por ejemplo
Los proveedores de tecnología de color pueden ser una fuente muy positiva de información y apoyo para la oficina de color del comercio minorista/del sector de la confección mientras desarrollan el plan de implantación. Entre ellos se encuentran los proveedores de software de color, los proveedores de espectrofotómetros y los fabricantes de cabinas de luz, ya que podrán conocer lo que hacen otras empresas y las implicaciones de los LED para la evaluación visual e instrumental de las muestras.
Permanezca atento al blog de la próxima semana, en el que hablaré más sobre cómo evaluar Flare.
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